Desde los tiempos más remotos hasta la actualidad cuando se realizaba algún tipo de compra, ha existido un intercambio de objetos, monedas, enseres…etc. Inicialmente existía el
trueque, mas tarde se intercambiaban objetos de oro, plata o metales trabajados como forma de pago y después llegaron las
primeras monedas.
Estas últimas han sufrido todo tipo de evolución de tamaño, forma, valor incluso de nombre.
No hace mucho tiempo intercambiamos nuestras amadas
pesetas por los
euros, pero sin darnos cuenta estamos dejando de lado también a estas ultimas por otro,
el dinero de plástico.
Muy raro es la persona que lleva encima mas de 100 euros en metálico, pero a nadie le extraña llevar encima un montón de
tarjetas, de echo si miráis vuestra cartera ahora mismo vais a encontrar mas tarjetas de plástico que billetes.
Esto no supone ningún problema porque en todos lados se puede pagar con tarjeta, tienes siempre un cajero cerca…etc.
¿Pero que pasa si la tarjeta no te funciona?
El otro día la cajera del Eroski de mi barrio, una señora muy agradable, se le ocurrió la gran idea de regalarme un imán para la nevera. Hasta aquí no hay ningún problema, si no fuese porque a la mujer no se le ocurrió la mejor idea que entregarme el imán junto a mi tarjeta. Resultado
me frió la banda y me dejo sin tarjeta, como ya había pagado no hubo problemas.
Al día siguiente cuando fui a comprar el resto de las cosas que me faltaban, me encontré con la sorpresa, una compra importante,
la tarjeta que no funcionaba y cinco euros en la cartera; resultado una
vergüenza considerable, dejar la
compra allí
aparcada e ir a la caja a que me diesen una
tarjeta nueva y dinero.
Al final no hubo ningún problema porque
el cajero siempre da, pero como dice un amigo argentino: “como sea esta crisis como la de mi país, el mejor banco esta debajo de la cama”. ¿Llegara el día en que tendremos un
“Corralito en España”? ¿Tendríamos que
tener dinero en metálico siempre?