La ley antitabaco

El comienzo de año nos ha dejado, a parte de los buenos poropositos para el año y las promesas que el tiempo dirá si las cumplimos o no, la prohibición del tabaco en la mayoría de los sitios.

Os voy a reconocer, que yo no he acogido con desagrado esta ley, por dos motivos, el principal es que no fumo, por lo que yo sigo haciendo vida normal y por otro lado porque es una gozada llegar a casa despues de salir de marchar y no llenar toda la casa con olor a bar.
Pero por otro lado, también reconozco que la normativa es un poco desproporcionada hacia el colectivo de fumadores, que les limita y recorta sus libertades como fumadores.

Ahora, cada bar se las apaña para poder cumplir la nueva ley y que no repercuta de una forma exagerada en sus ya mal trechos negocios. He visto ya de todo, desde gente que coloca estufas fuera, algunos que ofrecen mantas y gente que directamente a colocado una pantalla de televisón en la fachada de su local.
Pero, una de las cosas que mas echo de menos en muchos locales son ceniceros en el exterior, no todos tienen y la verdad, queda bastante mal entrar un local y tener que andar sorteando las dunas de colillas que se agolpan en la puerta como si un "portero" les fuera a dejar pasar.

No sé si llegará a buen puerto esta nueva ley, si sufrirá modificaciones o si nos tendremos que acostumbrar con buen HUMOr. Lo que está claro por ahora, es que hemos cambiado el olor a tabaco por el de sobaco, y que más de uno dejará de fumar para pagar el recibo del agua y de la perfumería.