jueves, 23 de septiembre de 2010

A veces es mejor guardar silencio

Las opiniones son como los colores, los hay para todos los gustos. Soy partidario de que todo el mundo tiene derecho a opinar sobre todas las cosas, eso sí con un mínimo de conocimiento, a ser posible. Ahora mismo no recuerdo quién dijo la celebre frase de: “mas vale no abrir la boca y parecer idiota, que abrirla y demostrar que lo eres”.

A que viene esto, es muy sencillo, el ser humano por lo general tiene la manía de querer hablar de todo, querer enterarse de todo y querer ser el ombligo del mundo. Reconozco que yo formo parte de esa mayoría que nos gusta enterarnos de todas las cosas y que no le gusta quedarse apartado en una conversación, pero lo que nunca hago es introducirme en ellas, como un elefante en una cacharrería.


Las conversaciones como otras muchas cosas, tienen diferentes partes y hay que saber leer esas partes para saber cuál es el momento oportuno de incorporarse, no pillar la última palabra que escuchas y soltar lo primero que tu neurona genera.

Así a bote pronto se me ocurren dos ejemplos muy claros. El primero hace referencia a todas aquellas personas que se dedican a hablar de cualquier cosa que escuchan, sin tener la mas remota idea de que están diciendo, y acabando la frase con “ pues yo lo he escuchado así en la radio” ( ¡que radio mas rara escuchas, majo!). Y por otro lado, el amigo/a que tiene conocidos de todo lo que a pasado en el mundo: que te moja un coche, a su primo le paso lo mismo; que se te rompe un dedo con un cajón, a su padre le paso lo mismo; que sobrevives a un tsunami, el amigo del primo de su compañera de clase le paso lo mismo. No me quiero ni imaginar el número de amigos que tiene esta chica/o en Facebook.

En resumen aunque todas las opiniones son válidas, a veces es mejor reflexionar durante un par de minutos y pensar lo que vas a decir. ¿Qué os parece a vosotros/as?

0 comentarios:

Publicar un comentario