domingo, 12 de septiembre de 2010

Vendiendo en época de crisis

Yo soy de los que piensan que en esta vida hay que trabajar de algo para salir adelante. Jamás se me han caído los anillos, ya que a mi parecer considero que no hay trabajo indigno y que tiene que haber de todo, mal negocio tendríamos si todos fuésemos jefes, abogados, ingenieros, etc.

Tengo la suerte de no tener ligada mi vida laboral a una cadena, lo cual tiene ventajas y desventajas. Una gran ventaja, es que no tengo que estar haciendo el mismo trabajo repetidamente durante ocho horas día tras día, ya que mentalmente es un trabajo “destructivo”. Pero la gran ventaja es que sabes exactamente cuando empieza tu jornada laboral y cuando acaba.

A nadie le gusta meter horas, que te hagan una llamada justo antes de cerrar o que se metan unas clientas a comprar cinco minutos antes de cerrar, pero es parte de tu trabajo. Debes tener en cuenta que vives de la gente que te llama, de la gente que a última hora necesita hacer la consulta de su vida, o de ese cliente que le gusta apurar la cena hasta la hora de cerrar.
Nunca se os ha ocurrido que esa clienta llega a última hora ¿por qué, por razones que desconoces, le ha sido imposible llegar antes? No has pensado que justo le ha surgido el problema a última hora, ¿y la mas perjudicada es ella? A ti te fastidian cinco minutos, pero ella puede estar fastidiada todo el día hasta que consiga que llegues al día siguiente de buen humor, y le ayudes.

Todo el mundo tenemos prisa por acabar el trabajo y llegar a casa lo antes posible, pero también te gusta a ti, que cuando vas a un sitio la gente sea amable, que te hagan el trabajo bien y sin prisa y que si tienes un problema justo antes de la hora de cierre te ayuden tan amablemente como si fueses el primer cliente del día.
En esta época de crisis si algo hay en el mercado es competencia, y la diferencia que puede marcar el que compren en tu negocio o en otro, puede depender únicamente del trato y la atención que me prestes.
Pensarás que si hay menos ventas es problema del jefe, puede ser cierto, pero también es cierto que si alguien va a la calle no va a ser él, y la mejor publicidad es el boca a boca y si eres una antipática/o por ganas de irte a casa, puede ser que te vayas, pero definitivamente a calentar el sillón.

Tenéis la suerte de trabajar, no menospreciéis ese privilegio, por un día que estéis cinco minutos mas, tendréis dos  que os podéis marchar pronto a casa. Tu trabajo empieza a la hora y acaba cuando la última clienta se va.

Este post esta dedicado especialmente, para la sección de electrodomésticos del Leclerc que a menos veinticinco eran incapaces de venderme una tele, porque según ellos, ya era tarde, y que fuese el lunes que estarían más tranquilos. Y eso que estaba yo solo en la sección, porque las otras cuatro personas que había eran “vendedores”.

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